Estoy en casa. La noto rara. Sin
brillo ni contraste. En las paredes cuelgan infinidad de relojes. Hay relojes
por todos los rincones, incluso en el techo y en el suelo. Dentro de los
armarios, en los cajones, debajo de la cama. Más relojes.
No entiendo nada.
De todos los tamaños. De madera,
de saetas, digitales, de mano. ¡Hasta en mis muñecas llevo varios y nunca lo
hago!
¿Qué locura es esta?
Unos giran sus manecillas en
sentido correcto, otros a la inversa a gran velocidad. Los hay inmóviles. Con
los números brillantes, intermitentes, borrosos, de colores.
Uff qué agobio.
Cada uno además marca una hora
distinta. Me asomo por la ventana y veo que es de día, un día muy gris. Al
menos tengo una referencia. La cama sin hacer indica que es por la mañana.
Mientras voy al salón aparto telas
de araña por el camino y escucho el continuo trajín de alarmas tenebrosas y carrillones
marcando horas en punta.
Que sinvivir.
Enchufo la televisión. Y ahora me
sorprendo al ver la pantalla en blanco y negro. Las noticias me explican lo que
está sucediendo en mi casa. Y en España. Se ha vuelto todo muy loco y se ha
retrocedido a épocas oscuras de negacionismos y limitación de derechos, de
caciques y caudillos, de vírgenes y santos, de toros y banderas.
Me pellizco por si es un mal sueño,
pero no. Hasta han resurgido algunos dinosaurios que creíamos extinguidos.
ojalá fuese un mal sueño.........pero no........es como volver a ver el NODO.....los que lo hemos conocido.
ResponderEliminarcuanto "patriota " suelto.